No es ningún secreto que esta nación, a pesar de haber sido derrotada en la I y II Guerra Mundial, es la cuarta economía más sólida del mundo. A continuación le presentamos los datos de las graves crisis económicas que ha sufrido este país y de las cuales ha salido avante.
Moneda
La República de Weimar —así se le conocía a Alemania entre 1918 y 1933— sufrió graves consecuencias económicas después de la I Guerra Mundial. El Tratado de Versalles la obligaba a pagar reparaciones a los países vencedores además de que debía reestructurarse internamente.
Así se generó una acentuada inflación que devaluó rápidamente la moneda oficial alemana frente al dólar y que llegó a su peor momento en 1923. Para frenar esta situación se creó el Rentenmark, 'marco seguro'; en 1924 el valor de la moneda se emparejó súbitamente al del dólar debido a las políticas adoptadas por Adolf Hitler y Horace Schacht —Ministro de Economía—; una de ellas fue dejar de pagar las reparaciones de guerra establecidas en el Tratado de Versalles.
Gracias a un plan de recuperación económica mediante obras públicas, control de precios y de cambios, para 1939 la economía alemana se estabilizó, manteniéndose así hasta iniciar la II Guerra Mundial.
Después de la I Guerra Mundial, la inflación ocasionó una acentuada subida de precios en los alimentos.
La enorme cantidad de desempleados que provocó la I Guerra Mundial disminuyó por las políticas de Hitler, como la construcción de obras públicas.
Alemania tampoco salió victoriosa de la II Guerra Mundial y la derrota le ha costado:
-50 mil millones de euros: indemnizaciones a sobrevivientes del Holocausto.
-15 millones: personas indemnizadas por trabajos forzados.
-Al terminar la II Guerra Mundial, la industria alemana aumentó 17 veces su tamaño ya que su mano de obra provenía, en su mayoría, de prisioneros.
-68 mil millones de dólares: costo total de las dos guerras.