EL PRESIDENTE ANDRÉS Manuel López Obrador está resuelto a rescatar a Pemex a como dé lugar. Ayer le referíamos el plan para reposicionar el sistema de refinación. Corregimos: Tula será reconfigurada, para lo cual se buscarán recursos vía el endeudamiento por aproximadamente mil millones de dólares, mientras que se hará lo mismo para Salamanca y Salina Cruz, que implicaría otra erogación de dos mil millones de dólares más. Minatitlán, Salamanca y Ciudad Madero ya están reconfiguradas. Lo que se trabajarían en ellas son rehabilitaciones, trabajos que lo mismo que las reconfiguraciones, se asignarían a empresas privadas. En paralelo sigue adelante el plan para la emisión de papel con el que se financiaría la petrolera. Como en su momento le informé, la idea es lanzar Petrobonos por unos 10 mil millones de dólares. El programa de colocación de emisiones de estos títulos iría a distintos plazos, de tres a 30 años, y se haría entre inversionistas institucionales, como las Afore y el gran público, en México y en el exterior. El esquema jurídico contempla la celebración de contratos de compraventa de crudo entre Pemex y alguna entidad financiera AAA, a futuro. Pemex afectaría los derechos de cobro de ese contrato en un fideicomiso privado. En otra pista, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, y el director de Finanzas de Pemex, Alberto Velázquez, se plantearon la ambiciosa meta de bajar la carga fiscal de la compañía entre 50 mil y 100 mil millones de pesos. La cifra va a depender de dos elementos que Hacienda disponga: el porcentaje del cobro de derechos que se le logre bajar a Pemex y del monto de remanente de operación que le pueda dar Banco de México, que gobierna Alejandro Díaz de León. El año pasado la baja de la carga fiscal fue de 46 mil millones de pesos. Así que muy movidos en pos del rescate de Pemex.

Darío Celis

La Cuarta Transformación